Fiesta de Luz



Miércoles 31 de Octubre
23 de Octubre, 2018

POR QUÉ FIESTA DE LA LUZ Y NO HALLOWEEN

La Iglesia propone una respuesta creativa y fundamentada en la fe para esta fiesta importada.

¿Por qué Fiesta de la Luz y no Halloween?

Vivimos en un mundo globalizado, por lo que constantemente están apareciendo nuevas tendencias, modas, estilos y formas que van incorporándose en el lenguaje, vestimenta, comida, celebraciones, etc., que apoyadas por los medios de comunicación, van penetrando en la diversidad de las culturas.

Por estos días hemos visto cómo han dado cobertura y espacio a la oferta con todo lo relacionado con Halloween, una fiesta foránea cuyos signos y motivos se alejan bastante de lo que sustenta la fe cristiana, por lo que siempre despierta opiniones controvertidas en la sociedad.

¿Qué es Halloween?

Se trata de una celebración que encuentra sus orígenes por allá por el siglo IV a. C. en que los Celtas del norte de Europa, celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La Samon), fiesta del sol, que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad. Creían que aquella noche, el dios de la muerte, permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror.

Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndoles a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. También creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres, y para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras. Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes eran preparándoles alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos ante sus miradas amenazantes.

Esta tradición la importó EEUU, lugar donde derivó con los años en una celebración popular de bastante superficialidad, pero que mueve grandes sumas de dinero gracias a la gran publicidad y los productos relacionados. De ahí se ha extendido al resto del mundo gracias a la TV y la industria publicitaria.

Es así que en Chile ya lleva bastantes años celebrándose Halloween, tomando gran fuerza, sobre todo en los niños, que se sienten cautivados por lo llamativo de los disfraces y el atractivo de los dulces y golosinas. Con todo esto, nuestra Iglesia se sintió llamada a reaccionar a esta forma de inculturación, por lo que año tras año busca resignificar esta fecha y dar nuevo realce al Día de Todos los Santos, proponiendo además para los niños y jóvenes una nueva forma de celebrar a través de la Fiesta de la Luz.

¿Qué es la Fiesta de la Luz?

Esta quiere ser una respuesta creativa y fundamentada en nuestra fe a esta fiesta importada, que apunta a buscar una renovación de la vida en la sociedad de hoy. La idea es cuidar y fortalecer los principios fundamentales de la fe católica y promover la vocación como pueblo de hijos consagrados a Dios.

Esta fiesta ofrece a los niños y jóvenes una manera distinta de poder celebrar esta fecha, con un sentido más profundo y gratificante para cada persona. Es una instancia para unir a la comunidad y un espacio para que participe toda la familia.

¿Cómo se celebra la Fiesta de la Luz?

En las vísperas del Día de Todos los Santos, se busca dar realce a la historia de salvación que Dios manifiesta a través de los Patriarcas, profetas, apóstoles, mártires, monjes, doctores, pastores, santas y santos. Es importante hacer presente que Dios es quien nos entrega la luz y nosotros somos los encargados de llevar esta luz al mundo; celebrar una fiesta de luz es celebrar al mismo Señor Jesucristo.

De esta manera, y como un signo que capte la atención y la alegría de los niños y jóvenes, se invita a que todos celebren esta fiesta disfrazándose con motivos positivos, personajes luminosos y relacionados con valores altruistas, loables y constructivos, es decir con todo lo que se relacione con el bien. Las manifestaciones pueden tener distintas formas, pero la motivación debe ser la misma, celebrar la luz de Cristo en el mundo.